El Genio Detrás de GTA que Rockstar quiso Eliminar: TRAICIONES, DEMANDAS Y ACUSACIONES

Silversitoo

Con el reciente (y desastroso) lanzamiento de MindsEye por parte de la nueva compañía de Leslie Benzies, no está demás recordar como fue su convulsa salida de Rockstar Games.

A diferencia de lo que mucha gente cree, la mítica saga de GTA no sería nada sin Leslie Benzies. Hablamos de una figura que, junto a los hermanos Houser, fue clave en la evolución de los videojuegos de la marca.

¿QUIÉN ES LESLIE BENZIES?

Aunque los focos casi siempre apuntaron a los hermanos Sam y Dan Houser, la saga Grand Theft Auto no se entiende sin la figura de Leslie Benzies.

Benzies llegó a la empresa cuando aún no llevaban como nombre Rockstar, sino DMA Design. Fue con GTA III con el que empezó a ejercer como productor de la saga GTA. También de las dos entregas de Manhunt y el primer Red Dead Redemption. En resumidas cuentas, tuvo un paso estelar por la compañía. Paso que finalizó de forma abrupta tras más de 10 años y casi de un día para otro.

LAS VACACIONES MÁS CARAS DE LA HISTORIA

Todo comienza en el año 2014. Todos sabemos la grandísima carga de trabajo que tuvo todo el equipo en la confección de GTA V así como todos los proyectos de Rockstar. Así que un año después del lanzamiento del videojuego, Benzies decidió tomarse unas vacaciones prolongadas; una ausencia de hasta 17 meses.

Sin embargo, la sorpresa saltó cuando en 2016, Take-Two lanzó un comunicado de lo más «amigable» en el que anunciaban que el icónico productor había decidido abandonar el estudio de forma definitiva:

«Podemos confirmar que Leslie Benzies se tomó un año sabático el 1 de septiembre de 2014 y decidió no volver a trabajar para la compañía. Estamos muy agradecidos por las contribuciones de Leslie en Rockstar a lo largo de los últimos 15 años mientras trabajábamos juntos en hacer algunos juegos increíbles.
Leslie nos ha ayudado a construir un equipo increíble que seguirá creando grandes experiencias para nuestros fans. Leslie siempre será un amigo para la compañía y por supuesto que vamos a echarle de menos, pero le deseamos lo mejor para el futuro».

UNA DEMANDA MILLONARIA

Un comunicado que, a pesar de tomar por sorpresa a los fans que no esperaban bajo ningún concepto una salida tan importante, parecía de lo más normal. Un profesional que simplemente tomó la decisión de dejar su empleo y buscar nuevos horizontes. Sin embargo, meses después de esto, el propio Leslie Benzies sorprendió a todos con una demanda a la compañía de la R con la que reclamaba 150 millones de dólares en concepto de royalties que, según él, le correspondían y no se le habían concedido.

A pesar de lo que quisieron hacer creer a la comunidad, la salida no fue realmente como nos contaron, y es que, fue la propia Rockstar la que convenció a Leslie de ampliar sus vacaciones que, en un primer momento, solo iban a durar unos 6 meses y que terminaron siendo 17 como he mencionado anteriormente. Al regresar del parón, Benzies descubrió que los altos cargos del estudio (Sam y Dan Houser) le habían restringido permanentemente la entrada a las oficinas. Surrealista. Por si fuera poco, y según la versión de Leslie, el productor descubrió «numerosos engaños» que diseñaron para expulsarle de la empresa negándole así importantes pagos por regalías que le correspondían. Todas estas acusaciones iniciaron una de las batallas legales más importantes para Rockstar Games.

¿CUÁLES ERAN LOS MOTIVOS DE LESLIE?

Sin embargo, ¿por qué solicitaba Leslie este enorme impago? En 2008, Take-Two anunció contratos de larga duración y un «acuerdo de participación en las ganancias» tanto para Leslie como para los hermanos Houser. El trato era idéntico para los tres e indicaba las cantidades correspondientes por royalties para ellos.

Dicho documento fue confeccionado al 100% por Sam Houser. Leslie aseguró que sólo tuvo 45 minutos para leerlo, el cual, a pesar de ello, confió en su socio y firmó el contrato aún sin haber leído los detalles al completo. No fue hasta tiempo después cuando se dio cuenta de que había una cláusula en la que se indicaba que la compañía podía excluirle de una parte de dichos royalties; una letra pequeña de la que no se había percatado. Y fue precisamente esta cláusula la que aprovechó Rockstar Games para acometer dichos impagos.

EL CONTRAATAQUE DE ROCKSTAR

Tras la demanda presentada por Leslie Benzies, Take-Two no tardó en salir públicamente a negar todas las acusaciones del productor a través de un comunicado.

En dicho comunicado, el tono cambiaba mucho del primero en el que confirmaban la marcha «amistosa» de Leslie.

«Durante muchos años, Leslie Benzies fue un empleado valioso de nuestra empresa. Lamentablemente, los acontecimientos que culminaron en su renuncia se deben, en última instancia, a sus importantes problemas de rendimiento y conducta. A pesar de nuestros reiterados esfuerzos por abordar y resolver estos problemas de forma amistosa, tanto antes como después de su salida, Leslie ha optado por esta vía para intentar anular los términos contractuales que había aceptado previamente en múltiples ocasiones. Sus afirmaciones carecen totalmente de fundamento y, en muchos casos, son francamente extrañas, y confiamos plenamente en que este asunto se resolverá a nuestro favor. Un principio fundamental desde la creación de Rockstar ha sido el concepto de ‘equipo’. Es profundamente decepcionante y sencillamente incorrecto que Leslie intente atribuirse el mérito personal por lo que siempre ha sido el tremendo esfuerzo de todo el equipo de Rockstar, que sigue trabajando arduamente para ofrecer las experiencias de entretenimiento más inmersivas y atractivas posibles a nuestros fans. No haremos más comentarios sobre este asunto.»

LA RESPUESTA DE LESLIE

Sin embargo, la respuesta por parte de Leslie Benzies llegó a través de sus abogados los cuáles tacharon los argumentos de Take-Two de «no convincentes y falsos» y confirmando que el productor seguiría adelante con el litigio con el objetivo de «buscar justicia» tras negársele el pago de los 150 millones de dólares que le correspondían por royalties.

Al mismo tiempo, Rockstar presentó una contrademanda alegando que a Leslie no le correspondía ningún pago adicional y remitiéndose al contrato firmado. Además, el estudio se defendió alegando que Leslie pidió una paridad financiera con los hermanos Houser y, por si esto fuera poco, la empresa aseguraba que el productor envió una carta anunciando su renuncia «por una buena razón».

Por su parte, Benzies desmintió esto diciendo que fue despedido «sin motivo» y que, aún si se hubiera marchado por su propia decisión, la compañía le debería ese paquete de compensación de igual forma.

LOS HOUSER Y SU IMPLICACIÓN EN LA SAGA GTA 

En cuanto a su implicación en la saga GTA, Leslie alegó en la denuncia que «si bien son expertos en sus respectivas contribuciones, Sam Houser y Dan Houser, no ayudaron a inventar, crear ni desarrollar ninguna de las innovaciones artísticas, de diseño y de desarrollo de juegos que cambiaron paradigmas en GTA 3 y que elevaron tan drásticamente la franquicia de GTA».

«Desde GTA Vice City en adelante, los roles de Sam y Dan Houser se limitaron a desarrollar la historia y los personajes y a combinar elementos temáticos del cine y la televisión dirigidos a un público adulto».

De hecho, la reclamación también asegura que Sam Houser no tenía interés alguno en participar en el desarrollo de su producto más exitoso: GTA Online. Benzies se encargó de gran parte del proyecto y, por tanto, ocupó uno de los puestos más destacados en los créditos. Detalle que, de acuerdo con Leslie, no gustó nada a Sam.

«Él (Sam Houser) afirmó que se dio cuenta de esto después de que el juego se lanzase». «De ser cierto, significaría que no había jugado ni visto el juego antes del lanzamiento; de lo contrario habría visto los créditos iniciales».

AMENAZAS POR PARTE DE ROCKSTAR

Leslie también alegó que Rockstar le amenazó con lanzar «acusaciones difamatorias» contra él sobre sus acciones mientras aún trabajaba en la compañía. «Una estrategia de venganza que usaron anteriormente con otros empleados respetados. En un intento de inventar motivos falsos para su despido», según Leslie Benzies.

Sobre Sam, Leslie también alegó que «orquestó y fomentó una cultura empresarial que incluía clubs de striptease, fotografías personales de empleados en posturas sexualmente comprometidas y otras conductas que violaban flagrantemente las normas laborales».

EL FIN DE TODO

Tras todo esto, en 2018, 12 de las 18 alegaciones de Leslie Benzies fueron desestimadas a favor de Take-Two. Aún así, el juez dictó que el productor «seguía teniendo derecho a recibir ciertas regalías» de las que reclamaba al estudio.

Poco después, Leslie siguió su camino en la industria por su lado, fundando Royal Circus Games. Estudio que se puso manos a la obra con su primer proyecto: Everywhere.

Y tú dirás, «No me suena de nada». Es normal, porque Rockstar, en 2019, continuando con su inquina hacia Leslie Benzies, amenazó con emprender acciones legales porque, según ellos, el acrónimo Royal Circus Games (RCG) se asemejaba demasiado al de Rockstar Games (RSG) y que esto podía llegar a confundir a los fans… Ridículo.

Por lo que la firma cambió de nombre pasando de Royal Circus Games al actual Build a Rocket Boy.

En cuanto a la batalla legal principal, todo se zanjó de manera definitiva ese mismo año, 2019, gracias a un acuerdo confidencial del cual no se desvelaron detalles, pero que debió ser satisfactorio para ambas partes ya que abandonaron la guerra legal y las acusaciones cruzadas.